Marcelo hace completos, lomitos y pizzas. Entrar a McChelo es diferente. Tiene una ambientación country que podría explotarse más aunque se hace agradable comer junto a The king Elvis, y una variedad de celebridades entre ellas los tres chiflados, Brando y la Monroe. Se nota que existe gusto en sus dueños y no quisieron hacer "más de lo mismo". Su característica es elegir buenas salchichas y una preparación delicada y personal donde el pan cuidadosamente se hornea mientras se preparan sus ingredientes a pedido del cliente.
La carta es breve y al grano, sin mucha variedad pero se nota al recibir el servicio antes de empezar a mirar el reloj. Los hot dogs o "completos" que llamamos en Chile, son crujientes y nunca he sentido algun retorcijón de estómago por sus ingredientes. Todo higiénico y bien preparado.
Los churrascos los dejó de preparar porque el costo de la carne no dejaba márgen de utilidad para no sacrificar el precio. Marcelo se quedó haciendo lomitos, a la plancha, cortados finamente y decorados con palta, tomate, o un gran chacarero. El pan también tostado y crujiente. De tamaño ideal aunque hay que trabajar su blandura.
Las pizzas con masas prehorneadas, tienen su gracia por la decoración del Chef.
Las bebidas hay de todos los gustos: pequeñas a extraordinario precio sin abusar como muchos otros, también de 1 litro y de 1 1/2 lt. También café de todos los gustos y sabores.
No quiso ofrecer bebidas alcohólicas por preferir un lugar para niños, jóvenes y adultos. Y no hay zona de fumadores, cosa que se agradece.
Si hay algo que mejorar podría ser un horario más constante, un letrero luminoso que anuncie su "Abierto", en horario punta no hay mesas y no hay espacio para comer parado, mantener productos a toda hora puesto que por la demanda los lomitos se acaban a ciertas horas, también a veces los hot dogs. El pan de hot dog lo prefiero más pequeño y blando, estilo USA, aunque en Cauquenes encuentran rico un completo con un gran pan donde la salchicha se pierda en el infinito. Aunque Marcelo escogió el pan de lo más malo (entiéndase "grande"), lo mejor... el pan del lomito idem que el de hot dog: más blando, no tan "hallullento", más bien estilo hamburguesa. A gusto personal, ya que el hot dog es tan bueno, cambiaría el ketchup genérico por un clásico y grande "Ketchup Malloa", claro que en Cauquenes a nadie le importa mucho y...nadie lo paga.
Si uno llega a caerle en gracia a Marcelo, hasta puede reservar por teléfono cosa de llegar, sentarse y comer. La higiene, atención, servicio los precios de sus productos y cordialidad de Marcelo, su señora e hijos, hacen que un recorte o apuro de horario a mediodía, un gusto de amigos en la tarde, o una conversación simple y agradable de noche en McChelo, sea un panorama para toda la familia.
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